Leon Battista Alberti (1404 – 1472)
Hombre que representa al hombre universal del Renacimiento, fue matemático, latinista, dramaturgo, filósofo, teórico del arte, de la arquitectura, de la pintura y gran arquitecto él mismo, siendo uno de los hitos de la historia del arte occidental.
León Alberti unió en un equilibrio perfecto la investigación teórica y la aplicación práctica. No fue, por tanto, un sabio encerrado en su torre de marfil, sino que conectó todos sus estudios a la aplicación práctica de los mismos. Unió, por tanto, estudio y acción. Pero, además, era un gran atleta y participaba con gusto de la vida social.
Amigo de Brunelleschi (arquitecto de la cúpula de la catedral de Florencia) y de Donatello (el mayor escultor del Quattrocento italiano), escribió con gran estilo tanto en latín como en italiano.
También fue geógrafo y se cree que un avance importante en la confección de los mapas de la época fue consecuencia de sus estudios en este campo.
Estudioso de la teoría arquitectónica de Vitruvio y de los edificios de ingeniería de la Roma antigua, se convirtió en uno de los máximos exponentes del Renacimiento italiano.
Su largo estudio de la arquitectura de Vitruvio culminó con la publicación de sus 10 libros sobre la arquitectura, que se convirtió en el libro de referencia de la arquitectura renacentista, por haber incorporado los conocimientos de la ingeniería de la antigüedad y fijar los principios de la estética clasicista, basados en la armonía.
Aunque tomase ‘órdenes sagradas’ hacia 1434 y llevara una vida ejemplar, no hay prácticamente nada en su vida posterior que recordara que fue un eclesiástico. Sus intereses y actividades fueron enteramente seculares. En lo que sí destacó fue en la producción de una serie de escritos humanísticos.
En sus escritos éticos, que seguían fundamentalmente los de Cicerón y Séneca, acercó a la sociedad burguesa emergente en su tiempo los consejos razonables de los antiguos griegos y romanos. Para Alberti, la idea de virtud se basa en la acción y en alcanzar los objetivos que uno se ha propuesto. Este tipo de ideal ético encontró aceptación en el tipo de sociedad urbana del centro y norte de Italia en la Alberti se instaló hacia 1434.
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